Mira tú, que siendo un lector contumaz, no sabía yo que ayer era el día del libro. Salgo del metro y me veo las aceras llenas de tenderetes vendiendo literatura. ¡Hostias! Me digo. Han traído aquí los kioscos de la Cuesta de Moyano.

Me pillaron en bragas y no pude comprar ni tan siquiera un prospecto de la aspirina.

Novela policiaca. Un género que apasiona y qué tiene una legión de incondicionales. Pues bien; en general me resultan “lentas” de leer, prefiero aquello que se pueda leer con agilidad y entre a la primera; pero descubrí que hay literatura de este género que puede resultar muy fácil su lectura y que además tiene unos toques de humor muy bien tramados.

Recomiendo a un clásico olvidado por los españoles. Se trata de las aventuras del jefe de la Policía Municipal de Tomelloso (ya sabéis: Tomelloso y Daimiel por sus vinos); el antes famoso Plinio.

En realidad es un personaje inspirado en el mundialmente famoso Sherlock Holmes. Incluso el fiel acompañante de Plinio es el médico del pueblo. Pero lo bueno de este personaje y de sus aventuras policiales, es que discurren en medio de la idiosincrasia del españolito medio y en un entorno rural. Eso tiene un encanto mediático y los hace mucho más cercanos a nuestro verdadero mundo.

El autor creo que es Fco. García Pavón (si me equivoco corregidme)

Un saludo.