Pues sin querer ha salido. El amigo Pastor, mientras deja correr los recuerdos de antaño, lo ha mencionado. Dice que se tumbó una tarde y comenzó a leer el primer libro de la serie sobre la vida de Jesucristo, titulado Caballo de Troya y escrito por el paisano J.J.Benitez. Pues hoy quiero hablar de este libro.

Curiosamente lo leí de prestado en una situación similar a la del amigo Pastor. Una guardia militroncha, 24 horas de facción, bastante aburrimiento, y algo para alejar la mente del entorno. Lo comencé….y en aquel servicio lo terminé. Me enganchó de tal manera que solo en las horas de puesto podía dejarlo. Posteriormente, cuando ahorré alguna pesetilla, me lo compré y hoy luce orgullosamente en lo alto de la librería. Ya casi olvidado y esperando con paciencia algún relevo generacional para su lectura.
Era una época en que el conocimiento de lo que fue la pasión y muerte de Jesús estaba circunspecta a lo tradicional y al folklorismo peliculero del momento; así que conocer aquellos hechos desde un punto de vista de ciencia ficción y dentro de un marco novelesco, supuso un impacto. A pesar de ser consciente de que aquello era una simple novela aliñada con conocimientos de medicina, tecnología, e historia, estaba tan bien urdida la trama y mezclada con lo que la mayoría damos por hechos reales, que me veía teletransportado al Jerusalén de los hechos como si fuese el amigo invisible del “Mayor” ( el testigo de nuestro tiempo).

Creo que aquella novela en particular fue todo un acierto. Un gol por la escuadra en el mundo de los novelistas de la época; y que merece la pena leerla, y releerla, como un servidor ha hecho.

Tal fue el éxito que, Benítez, dándose cuenta del filón que tenía en sus manos, alargó la serie siguiendo en la vida de los seguidores de Cristo una vez que quedaron huérfanos de su Maestro, y tratando de novelar toda aquella historia. Sinceramente, y en particular, para un servidor, el resto de libros de la serie perdieron la fuerza y el interés del primero. Creo que se notaba a distancia que eran simples añadidos. Benítez preñó en su mente una novela que le salió redonda, pero al querer alargar el tirón mediático, perdió fuerza y el resto quedó en una mediocridad.

Si hay un momento en la lectura del libro que pone los pelos de punta, esa es la descripción de la crucifixión y de la agonía de Jesús. Es algo que queda ya grabado para siempre.

Seguro que muchos de vosotros habréis disfrutado de esta lectura; pero si no es así, buscad el primer libro de la serie y sumergiros en aquél Jerusalén de la pasión y muerte de Jesús: ¡Impresionante!

Un saludo.