Tratar de realizar un relato basado en una investigación es sumamente dificultoso. El autor puede tener en su cabeza todos los elementos necesarios para su desarrollo, pero lo difícil es encajarlos todos de manera convincente y que sea entendible fácilmente para el hipotético lector. A esto hay que añadir que hay qué tratar de darle emoción y suficiente “chispa” al relato, siempre tratando de despistar y sorprender al lector. También hay que saber encajar los “accesorios” en el relato con las circunstancias históricas y sociales del momento histórico en que se ha colocado la acción. Por ejemplo, no se puede poner en boca de ninguno de los protagonistas una palabreja tal como “tío” o “flipo” dentro de un marco histórico del siglo 19, y menos aun escribir algo parecido a “recibió una llamada en el móvil” o “ una vez llegado a puerto se dirigió a saborear un café” cuando se trata de un comerciante griego arribando al puerto romano de Ostia. ¿Verdad qué chirría?....pues algunos lo escriben y otros se lo tragan.

La mejor manera de relatar algo es haberlo vivido en primera persona o recibir la información de alguien que lo ha vivido y solo queda dramatizarlo adecuadamente. Incluso así existen multitud de problemas para que el asunto quede medianamente creíble y entendible. Por eso son muchos los que escriben y pocos los que merecen la pena ser leídos.

Pero por desgracia estamos en un momento social en que vale cualquier cosa, y si es disparatada encaja mejor en la mayoría de mentes subdesarrolladas por el sistema.

El domingo pasado, apareció a última hora de la tarde un programa en el canal 2 de TVE con el prometedor título de “Los enigmas desconocidos de Miguel de Cerbantes”.

¿No hay nada raro en el título?

¿Has dado con el chandrío ortográfico?

Pues esto ocurre en un medio de comunicación estatal y supuestamente realizado por personas a las que se les supone una formación de élite , se ofrece a la generalidad de los españoles y encima es con D. Miguel de Cervantes….¡casi na!

Hay otra circunstancia que suele denigrar la calidad de los relatos, y simplemente es debido a los traductores. Hay que tener mucha cintura y un elevado nivel de comprensión en el idioma original y en el que queda traducido para poder trasladar adecuadamente y comprensiblemente determinados giros del lenguaje. Imaginad traducir inteligiblemente al inglés giros del madrileño castizo o de cualquier otra región española. Hay que saber hacerlo ¿verdad?
¿Recordáis al maestro Félix Rodríguez de la Fuente? ¿ Pensáis que su éxito fue debido a su gran formación sobre la fauna?....pues no. La clave de su éxito es la inigualable y particular manera de relatar las cosas. Seguramente aquellos que han tenido la inmensa suerte de haber escuchado historias y cuentos a través de sus padres o abuelos lo entenderán a la perfeción.

De todas formas lo importante e interesante en este asunto es leer y dejarse llevar por ese mundo que el escritor nos ofrece.