Se ve, se siente, la campaña anti católica está presente. Y en realidad no es más que eso, una campaña orquestada desde el nacional-socialismo para tratar de socavar un poco más a su eterno enemigo. Enemigo porque solo una fe arraigada en el subconsciente de la masa social manipulable es capaz de retrasar y hacer fracasar la obra de ingeniería social de los socialistas y de la izquierda en general.
El paso del tiempo y la evolución de los acontecimientos mundiales han levantado la careta de la hidra comunista y ha dejado en evidencia la hipocresía socialista; pero todavía les quedan “clavos” a los que agarrarse y así tratar de seguir manipulando las conciencias con el fin de obtener sus objetivos. Ya no pueden montar circos a base del proletariado, señoritos, capitalistas, parias de la tierra y toda esa parafernalia. Ya no porque ellos han adoptado y se han acomodado en todo aquello a lo que supuestamente combatían. Ahora son ellos los capitalistas y han disfrazado la miseria social en una falsa riqueza. A las pruebas me remito, y de no ser así, hoy no estaríamos pasando por esta situación.
Solo les queda un enemigo capaz de desenmascarar sus manipulaciones y dejar al descubierto la enorme hipocresía que encierra la izquierda nacional: el cristianismo tradicional; y dentro del cristianismo, el catolicismo arraigado en España.
Es por esto que ya desde la subida al poder de las izquierdas históricas, su principal objetivo fue la iglesia. No dudaron en combatirla a sangre y fuego. Miles de asesinatos por el mero hecho de seguir las reglas de una religión son testigos imborrables de su “respeto” y de su “igualdad” y de su “tolerancia”. A modo de escusa que avale sus teorías repiten los eslogans repetidos una y otra vez por sus gurús y por sus “dioses”, sin que se les caiga la cara de vergüenza al ser cómplices ideológicos de miles de muertes y de millones de tragedias sociales. Eso no cuenta. Solo cuenta aquello que puede servir a sus objetivos.
Hablan de inquisición alegremente, demostrando con ello la inmensa incultura que arrastran y demostrando que son incapaces de analizar y estudiar la historia y los acontecimientos desde un punto de vista aséptico y no visceral. Hablan de Inquisición como si solo en la España de entonces existiese; olvidando, o desconociendo que muchísimo peor y más dura fue en el resto de la Europa medieval. Hablan de Inquisición con mente del siglo XXI y se quedan tan contentos y convencidos de sus peroratas. Hablan de Inquisición basándose en lo escrito por nuestros enemigos históricos del momento, y quedan convencidos de la certeza y verosimilitud de lo que dicen. No son capaces de bucear en la historia y de dudar lo más mínimo de lo que puedan alegar aquellos a los que en su momento estaban sujetos por el poder español y dominados por el filo de las picas y arcabuces de los tercios. No importa. Esas cosas no importan. La denigración sistemática de la iglesia les interesa y largan sus dardos envenenados. Seguro que alguno hace carne.
Pues no. No lo conseguiréis . Hay millones de españoles como yo; que no creemos en la demonización de la iglesia católica, somos malos cristianos y que si existe el infierno seguramente allí iremos irremediablemente a parar ; pero que mantendremos viva la fe de nuestros ancestros y que seguiremos lo más honradamente que seamos capaces las enseñanzas y la doctrina del verdadero socialismo enseñado por Jesús. Ese que tanto os jode.
PD. Y ahora me voy a poner la X el 1 y el 2 en la casilla de la iglesia. Qué a Dios lo que es de Dios , y al Cesar o que es del Cesar.
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