Con este caso se demuestra una vez mas que la ley no es igual para todos.Señor Ministro en casa del herrero cuchillo de palo, pruebe el sabor de su propia medicina, y de gracias a que es ministro porque su fuera otro mortal de los de a pie ya estaría usted en un calabozo,quizas 72 horas comiendo y cenando bocadillos envueltos en papel albal, o desayunos en un vaso de plástico que le hubiera llevado el guardia de puertas desde el bar de enfrente, mas luego trasladado en un furgón con asientos metálicos propios para los que tiene almorranas
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