Todos son muy correctos y muy amables con los uniformados, pero aquí solo conocemos la versión de una parte. Evidentemente hay compañeros que pueden dejar mucho que desear en cuanto al trato con el ciudadano ¿Pero en la calle? Te ponen cara de no haber roto un plato después de haberla liado bien, y siempre serás el malo aunque tu comportamiento sea el más correcto.