La policía lucense mantiene abierta una investigación para aclarar las circunstancias de la muerte de un Guardia Civil destinado en el puesto de Burela. Se trata de un agente de 44 años, soltero. El guardia apareció muerto esta mañana en su casa de Lugo como consecuencia de un disparo supuestamente realizado con su arma reglamentaria. Las primeras averiguaciones apuntan a que no hay intervención de terceras personas en el hecho.

descanse en paz