No sé. Es arriesgado el poner simplemente a los padres como culpables. Podríamos hacerlo si generalizamos, pero desconocemos casi todo de este caso. Creo que es la sociedad en general quienes hemos creado pequeños monstruos.
Recuerdo una vez que siendo muy pequeño me quedé mirando a otro niño que, debido a esa terrible enfermedad que es la poliomelitis, andaba el pobre de una manera que para mí era rara a la vez qué cómica. Mi madre me pegó una colleja sin decir nada, y después, una vez en casa, me explicó el por qué de aquello, a la vez que me decía qué nunca más me riese de las deficiencias de otras personas. Aquello caló y la misma filosofía he tratado de transmitir a los míos.
¿La racionalidad? Pues creo que es y ha sido un arma de doble filo para el ser humano. Esa capacidad que poseemos que nos hace capaces de vislumbrar los efectos futuros de nuestras acciones u omisiones presentes, ha sido el arma definitiva y principal para constituirnos en los animales más poderosos de la tierra, pero eso lleva implícito el egoísmo y la maldad humana. Si a esto le añadimos las taras físicas de todo tipo que poseemos, crea un coctel muy peligroso.