Un Guardia Civil destinado en la aduana de la Farga de Moles (Lleida) fue detenido el pasado 21 de abril como consecuencia de la Operación Manchester, que se saldó con un total de once personas arrestadas acusadas de delitos de contrabando de tabaco y blanqueo de capitales.
Este agente -L. M. G. R.- ya fue condenado en 2011 a un año y medio de prisión por la Audiencia Provincial de Badajoz por un delito contra la salud pública (tráfico de drogas). En concreto, en mayo de 2010 fue arrestado por sus propios compañeros cuando circulaba a bordo de un vehículo en el que se ocultaban casi 100 gramos de cocaína. El agente, perteneciente entonces a la unidad de seguridad ciudadana de la comandancia -Usecic- de Badajoz, había sido acusado de colaborar con una red de narcotraficantes facilitándoles información. Finalmente la justicia le condenó a un año y medio de cárcel por tráfico de drogas, aunque le absolvió de los otros dos cargos que le imputaba el Ministerio Fiscal: omisión de perseguir los delitos y violación de secretos. L. M. G. R. cumplió condena y se reincorporó al cuerpo cuando fue puesto en libertad. Desde entonces, trabajaba en la aduana leridana de Farga de Moles. Allí fue detenido junto con otras diez personas por participar en una trama de contrabando de tabaco y blanqueo de capitales. En la investigación colaboraron agentes de la policía andorrana y de asuntos internos de la Guardia Civil.
Precisamente los efectivos de asuntos internos fueron quienes detectaron la participación de este agente en la trama delictiva. El detenido ya ha ingresado en prisión por orden judicial.
La subdelegada del gobierno en Lleida, Inma Manso, lamentó que «un servidor público haya causado vergüenza con su comportamiento», según recogió la agencia Efe.

http://www.hoy.es/extremadura/201505...2000916-v.html