Vamos, que el señor este que dice llamarse Santi Ritter “es pepero” de nacimiento.
No voy a criticar sus tendencias , sus fobias, ni sus gustos musicales; todos tenemos nuestros fantasmas particulares; pero sí que le voy a criticar por lo que considero un egoísmo musical en este caso particular de unas fiestas POPULARES.
Me explicaré. Se supone que estos eventos folklóricos de verano son de carácter popular, es decir para niños, chavalería adolescente, rokeros con pinzas de la ropa en las orejas, raperos con el alerón de la gorra en el cogote y pantalones caídos enseñando sus kalvin Klein de mercadillo, señoras románticas, abuelos que se disparan con la jota o con la galleguisima muñeira, etc. Es decir que debería ser música para deleitar a TODOS, no a una parte de los musicólogos minoritarios. Sobre todo cuando se hace con el dinero de TODOS los ciudadanos y teniendo prioridades más acuciantes e interesantes que cubrir en estos días.
Particularmente soy de los que estoy en contra de este tipo de eventos. Los considero muy adecuados en aquellas épocas en que si no era de esta manera el personal no tenía otra salida para su expansión y disfrute que la taberna y los músicos populares en las fiestas del patrón. Luego ajo, agua y a currar para poder comer mañana.
Hoy día ya no es así. Hoy cualquier persona tiene acceso a los que llaman “conciertos”, y además eligiendo aquellos artistas y titiriteros de su gusto y agrado. Claro que esto, además de ser “popular” y dar votos, genera riqueza….sobre todo en el gremio de la comida y la bebida.
Todos nos quejamos del mal uso que hacen nuestros administradores del dinero público. Criticamos a unos y a otros y los queremos fusilar en las tapias del cementerio en cuando nos enteramos que se han gastado o malversado lo más mínimo…lo que es normal y correcto. Pero hay muchas maneras de malversar esos fondos y de “estafar” a los que ponen el dinero con sus impuestos, y esta de los conciertos populares, en estas circunstancias económicas de la nación podría considerarse como una de ellas.
Ahora vemos que se tiran los trastos a la cabeza discutiendo sobre la idoniedad o la calidad de un artista determinado ; pero nadie protesta sobre si este tipo de cosas podrían eliminarse y dedicar estos presupuestos en otros problemas que de verdad nos afectan a todos; por lo menos hasta que volvamos otra vez a ser todos “ricos”.
Pero bueno, como son fiestas populares y resulta que opino en contra, no quiero que me acusen de antipopular y admito que el personal salga a la calle, de un poco la tabarra a sus vecinos, gaste un poco de lo que dicen que carecen, y al final digan que ya falta menos para san Fermín. Lo único que por favor pido, es que eliminen la bachata de programa folklórico. Estoy de bachata y de bachatistas hasta lo alto del palo del trinquete pasando por el foque y la escandalosa.
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