Esto de “municipalizar” los servicios de limpieza me recuerda una de las cientos de trapacerías que el señor Cascallana, alcalde socialista de la villa de Alcorcón, realizó cuando ya veía que sus vecinos le mandaban al paro; aunque el sistema y los suyos le mandaron a la Comunidad ( buen destino y evidente justicia para algunos de los ladrones habituales del sistema).
Este señor tenía una contrata para efectuar la limpieza de la ciudad. Evidentemente la contrata estaba adjudicada a un….digamos….”fiel colaborador”. Cómo adivinaba que el momio se le podía escapar, trató de ganar voluntades a toda costa, y lo que hizo fue prometer a los operarios de la contrata a cambio del voto, el convertirlos en funcionarios públicos a costa de una “municipalización” (mantenimiento).
La jugada no le funcionó, pero muchos curritos que se hubiesen visto en las colas del INEM, pasaron de la noche al día a ser “personal laboral fijo” del Excelentísimo Ayuntamiento de Alcorcón. Eso sí, previo voto al señor Cascallana.
Son cosas de la democracia española.