Yo, como en realidad no entiendo a la gente, pues tampoco entiendo a los políticos, y menos aun entiendo la política.
Pienso ( y es una apreciación muy particular) que todo se reduce a que me dejen trabajar para ganarme el pan nuestro de cada día, pueda desayunar mis magdalenas con café del malo por las mañanas, pueda largarme a mi pueblo por lo menos 15 días en verano, tenga mis cuatro paredes para refugiarme, y sobre todo…qué me dejen en paz y no se metan conmigo ( qué yo no me meto con nadie) Todo lo demás me sobra.
Las promesas, las buenas intenciones, los sistemas de gobierno, los chanchullos políticos, la demagogia de patio de facultad, las ideologías y toda esa patulea comecocos , cainita y envenenadora, me hacen reír y huyo de ello como huyo de las aglomeraciones de mis congéneres las “personas humanas”.
Sin embargo, resulta que ahora la que puede ser máxima regidora del Madrid de mis entretelas, es una señora que dice ( lo ha escuchado un servidor con estas orejotas) que las cárceles deben de estar libres de toda esa masa de “pequeños delincuentes” como los que se dedican a la droga, al pequeño hurto, y a todas esas cosas que, según ella, carecen de intencionalidad y de voluntad de delinquir. Escucho esto y me quedo anonadado; me entra la temblaera, y pienso seriamente en limpiar “la bizca” por si las moscas.
Si ahora hay lo que hay…¿ qué es lo que nos espera a la vuelta de la esquina? ¿Qué tipo de mentalidad hay para dar poder político y social a pensamientos de este tipo?
Sí, ya sé que puedo ser muy raro y debería estar enmarcado y colgado de la pared como un cuadro, pero me resisto a aceptar vivir entre personas que hagan lo que les dé la gana y lo que les salga del ciruelo sin ser conscientes de que somos animales sociales.
¿ Que se pretende con esto? ¿llegar al comunitarismo democrático? ( el termino comunismo ya no se uso porque trae malos recuerdos y ahora se funciona a base de eufemismos). Pues mal asunto si nos volvemos todos “democráticamente comunitarios”. Personalmente me niego rotundamente a aceptar según qué cosas.
Hace ya algún tiempo dije en este mismo foro que tenía ganas de largarme a mi pueblo al monte y con las cabras; y afortunadamente ya me queda menos. Ellas, las cabras, por lo menos son previsibles y ya sabes la que te pueden liar, pero de mis hermanos de especie nunca se sabe lo que harán y lo peligroso que pueden resultar.
Aburrirnos no nos vamos a aburrir; pero decididamente si medan a elegir entre las “personas humanas” y las cabras, no lo dudo…me largo con las cabras.
Qué el Señor esté con vosotros.
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