http://www.elmundo.es/cataluna/2015/...80c8b458f.html

La movilización arrancó en Madrid el 28 de marzo y se trasladó a ciudades del resto del Estado el 7 de abril para reclamar, en esencia, la equiparación entre las condiciones laborales de los trabajadores que figuran en nómina del gigante tecnológico y las de los empleados de una decena de subcontratas. Según José, trabajador de la subcontrata Cobra y uno de los responsables de la intendencia del campamento en el MWCenter, las diferencias salariales entre ambos contratos son «insufribles». Según los datos aportados verbalmente por el trabajador, un técnico oficial de Telefónica cobra aproximadamente 2.000 euros brutos.Un subcontratado puede quedarse en los 600, además de asumir gastos varios como «falso autónomo». Mientras ejerce de guía improvisado por toda la planta con vista a plaza Catalunya y al Portal de l'Àngel, José resume sus reivindicaciones en tres puntos: la mencionada equiparación; que se respeten las 40 horas semanales y dos días de descanso; y «que no haya represalias» una vez finalice el conflicto. Sobre cuándo sucederá eso, «sólo la empresa lo sabe», zanja.
El campamento cuenta con dos aseos y comida cedida por vecinos y colectivos sociales -frutas, verduras, dos jamones-, suficiente para varios días y decenas de personas. También con el apoyo de decenas de colectivos que sostuvieron el movimiento indignado, además de refuerzos políticos. El diputado de la CUP David Fernàndez los acompañó en la entrada a la sede el sábado pasado y medió para evitar que una trifulca con un guardia jurado que intentó oponerse llegara a más. La futura alcaldesa, Ada Colau, aún puede tener mayor peso en el conflicto si cumple con su compromiso de campaña de no renovar acuerdos con Telefónica si no se da una solución a los trabajadores. El Ayuntamiento que encabezará Colau también es propietario del MWCenter como miembro de la Fundació Mobile World Capital en la que tienen representación también el Gobierno, la Generalitat junto a Telefónica.

Se nos ha olvidado los campamentos en la Castellana de otros trabajadores de empresas de Telefonica y el sufrimiento de cientos de personas.

Es mejor llamarles Okupas y despachar el asunto.