El Ayuntamiento de Madrid, en tiempo de descuento, ha sacado a concurso el contrato para adjudicar la gestión de mobiliario urbano de la capital durante los próximos 12 años. La empresa concesionaria tendrá que encargarse de la fabricación y mantenimiento de los nuevos contenedores de pilas y de vidrio, los aseos callejeros y los paneles con información municipal (como los mapas de la ciudad) a cambio de explotar la publicidad del resto de soportes situados en la vía pública, tal y como figura en los pliegos elaborados por el Gobierno en funciones (PP).
Sin embargo, será la Corporación local que se forme el próximo 13 de junio la que deberá finalizar la tramitación de esta licitación en ciernes, ya que el plazo para la presentación de ofertas termina justo dentro de un mes. Según las fuentes jurídicas consultadas, el sucesor o sucesora de Ana Botella al frente del Palacio de Cibeles podría interrumpir el proceso «por razones de legalidad o de oportunidad», aunque esta decisión implicaría el pago de indemnizaciones a los participantes por los gastos en los que hubieran incurrido previstas en la Ley de Contratos del Sector Público.





La adjudicación en vigor acaba de ser ampliada otro medio año, la última prórroga posible, así que hasta diciembre no era necesario renovarla. En el Ayuntamiento de Madrid explican que han sacado ahora el nuevo concurso «para dar tiempo» al nuevo Gobierno local «a culminar el procedimiento».
El abogado Ignacio de Luis considera que esto es «jurídicamente viable», pero «políticamente censurable». «Que un gobierno en funciones ponga en marcha una licitación de este calado compromete la acción de su sucesor», argumenta.
Si la licitación saliera adelante como está prevista, la concesionaria tendría que ingresar en las arcas municipales un canon mínimo de 118 millones de euros a lo largo de los 12 años de duración del acuerdo. Aun así, en su balance final no habrá números rojos: el cálculo elaborado por el Área de Medio Ambiente y Movilidad es que durante el periodo que dure el servicio la empresa se gastará en total 182 millones pero ingresará 232 por publicidad. En números redondos, 50 millones de euros en beneficios.
Los nuevos elementos

El mobiliario urbano que sustituiría al que hay ahora en las calles de Madrid constaría de 1.450 'mupis' convencionales y 160 más con anuncios digitales (serían una novedad), 164 columnas, 190 contenedores de pilas y vidrio y 50 aseos, que son 40 más de los disponibles en la actualidad.
La idea es que el servicio municipal entre en vigor el 1 de octubre, que durante un año la concesionaria se dedique a la fabricación e instalación de los nuevos elementos y que a partir de entonces pueda dedicarse exclusivamente al mantenimiento y la gestión publicitaria.
Pago a las arcas locales

La externalización del mobiliario público la puso en marcha en 1994 el entonces alcalde, José María Álvarez del Manzano y fue adjudicada a la multinacional JC Decaux. Desde entonces el contrato se ha ido renovando y ampliando automáticamente, aunque en 2009 Alberto Ruiz-Gallardón lo revisó al alza para subir el canon inicial de 50.000 euros hasta los seis millones de euros anuales.
Esta cifra ahora se elevaría ahora hasta los casi 10 millones de euros que tendría que abonar cada 12 meses la adjudicataria, según lo establecido en los pliegos de licitación. El Ayuntamiento de la capital trata así de sacar provecho de los abultados ingresos que generan los anuncios colocados en los soportes callejeros públicos de gestión privada, estimados por el propio Gobierno en funciones en una media de más de 19 millones de euros al año.
El pago que tendría que hacer la concesionaria, no obstante, es sólo orientativo. El canon establecido consta de una parte fija por cada cara publicitaria (una por cada mupi convencional y contenedor de vidrio, cuatro por cada columna y dos por aseo) para los que se establece un precio mínimo, que las empresas interesadas pueden incrementar para tener más posibilidades de hacerse con el servicio, y otra variable. Ésta se aplicaría por tramos en función de la facturación que consiga la concesionaria. Aunque para que todo esto ocurra será necesario que la próxima Corporación local decida antes qué hacer con esta herencia recibida en el último minuto.

http://www.elmundo.es/madrid/2015/06...05b8b457d.html