La juez de Violencia sobre la Mujer número 3 de Sevilla ha confirmado el auto de procedimiento abreviadodictado contra el jugador del Real Betis Rubén Castro por cuatro delitos de maltrato y un quinto delito de amenazas leves hacia su expareja, hechos por los que la Fiscalía le pide dos años y un mes de cárcel.
El procesamiento, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), se produce tras el rechazo de los recursos de la acusación particular, que pedía que se consideraran los supuestos delitos de agresión sexual y maltrato habitual, y la defensa deRubén Castro, que reclamó el archivo del caso por falta de pruebas. Ambas partes han elevado sus recursos a la Audiencia provincial.
La Fiscalía de Sevilla pide cuatro meses de cárcel por cada uno de los cuatro delitos de maltrato, otros nueve meses por amenazas, la privación de cualquier permiso de armas, la prohibición de comunicación o acercamiento a la víctima durante un año y nueve meses y una indemnización de 360 euros a la víctima.
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La juez abre el procesamiento al jugador tras considerar acreditadas en los partes de lesiones y los testimonios cuatro agresiones físicasdurante una relación "conflictiva, de control, celos y agresiones". El delito de amenazas se argumenta a partir de un mensaje de texto enviado desde el móvil del jugador a su expareja.
Sin embargo, y a la espera de la resolución del recurso de la acusación particular, la denuncia por agresión sexual ha sido archivada a partir de los informes técnicos de los equipos de apoyo de violencia de género, que consideran que "no se produjo una situación de dominio" por parte del delantero.
Los hechos que han terminado en el procesamiento se remontan al 27 de mayo de hace dos años, cuando la expareja del jugador denunció de madrugada en la policía "puñetazos y bofetones" en tras discutir en una discoteca de la capital andaluza. Rubén Castro fue detenido por la Policía al finalizar un entrenamiento.
El futbolista negó las acusaciones y fue puesto en libertad con cargo y orden de alejamiento. En agosto, la mujer amplió su denuncia.

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