Desconozco las particularidades del accidente, pero lo siento por el abuelo y por sus familiares, que perder a un ser tan querido como un abuelo no es moco de pavo. También lo siento por el camionero, que a nadie le gustaría vivir una experiencia tan traumática y triste.
Pero quiero hacer una pequeña reflexión sobre la problemática de los ancianos y su manera de desenvolverse en las ciudades.
Normalmente todos tomamos precauciones cuando avistamos niños en las inmediaciones y vamos conduciendo. Es algo que nos han metido en el tarro y que entendemos de sobra por haber pasado por esa etapa; pero no tomamos las mismas precauciones cuando de personas de edad se trata. Pensamos que son conscientes de lo que hacen, y en muchísimos casos no es así.
Los abuelos tienen mermadas sus facultades en general y algunas en gran medida en particular. Ellos no son conscientes en muchas ocasiones del peligro que corren y del compromiso en que ponen a otras personas; pero por eso, porque son ellos los que ya son carentes de ciertas aptitudes, debemos ser nosotros los que con nuestra prudencia seamos capaces de anticiparnos, prever el peligro y paliar en lo posible sus deficiencias.
Hay que ser pacientes y comprensivos con ese colectivo. No increparles ( sí corregirles con el respeto que sin duda se merecen) y tratar siempre de entenderlos; aunque si tenemos suerte y no nos quedamos en medio del sembrado……con el tiempo los entenderemos perfectamente.
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