Ana María Vidal Abarca, una de las fundadoras de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), ha fallecido a los 77 años en Madrid. Quedó viuda un día de enero de 1980, cuando su marido, el comandante Jesús Velasco Zuazola, jefe de la policía foral de Álava, recibió varios disparos por parte de un miembro de ETA en presencia de dos de sus hijas, a las que acababa de dejar en la puerta del colegio de las Ursulinas de Vitoria.
Nacida en Vitoria en 1938, Vidal Abarca se trasladó a Madrid poco después del atentado contra su marido. En 1981 fundó la Asociación de Víctimas del Terrorismo, junto con Sonsoles Álvarez de Toledo, viuda de un teniente coronel muerto en el incendio del hotel Corona de Aragón, e Isabel O'Shea, para ayudar a los damnificados por la violencia terrorista. Abandonó el País Vasco, según declaró poco después del crimen, para deshacerse del odio, para alejar a sus hijas del resentimiento y la venganza, era mejor poner tierra de por medio.
En 1989 fue nombrada presidenta de la asociación, que desarrolló una labor de atención institucional a las víctimas. Bajo su dirección, la AVT creó un área social y asistencial para ayudar a los afectados por el terrorismo y promovió la personación en los juicios por causas terroristas para velar por los intereses de las víctimas. Ejerció el cargo de presidenta hasta 1999, poco después de lograr la aprobación de la de Ley de Solidaridad con las Víctimas del Terrorismo. Cedió su cargo por razones personales y fue sustituida por Sonsoles Álvarez de Toledo.
En 2001, cuando se constituyó la Fundación de Víctimas del Terrorismo, presidida por Adolfo Suárez, Ana María Vidal Abarca fue nombrada vicepresidenta de la entidad. En julio de 2005 presentó su dimisión ante las fricciones y la desunión que percibía en los miembros de la citada fundación. En su renuncia advirtió que "posiblemente" los miembros de la fundación "se han politizado demasiado" y, al mismo tiempo, criticó que el Pacto Antiterrorista había quedado "maltrecho" y se le había "dejado de lado". También influyó en su abandono los ataques del entonces presidente de la AVT, José Alcaraz, que llegó a presentar una demanda judicial contra Vidal-Abarca y otros antiguos dirigentes de la asociación.
La familia de Ana María Vidal Abarca ha destacado que la vida de la fundadora de la AVT constituye un ejemplo de "lucha por la justicia" y un "referente moral de coraje frente a la adversidad". La Fundación de Víctimas del Terrorismo también ha emitido un comunicado en el que califican a la fallecida como "una de las grandes damas de la defensa de las víctimas del terrorismo en España". "Era ante todo una luchadora pacífica y un ejemplo de superación personal", asegura la entidad.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha sumado a las condolencias con el siguiente mensaje en Twitter: "Mi sentido pésame a la familia y amigos de Ana Mª Vidal-Abarca. Nos deja una luchadora incansable que nos infundió coraje y determinación".

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