Dolors Sabater, líder de Guanyem Badalona, asumió ayer la alcaldía de  esa ciudad con el propósito de que no se utilice nunca más la “bandera  del odio”. La investidura de Sabater, que logró el apoyo de 15 ediles  sobre 27, se vivió en medio de tensión ante las puertas del edificio  consistorial. Unas 500 personas se concentraron en la plaza de la Vila  para mostrar, unos, silbato en mano, su apoyo al popular Xavier García  Albiol y otros a favor de Sabater con estelades y gritos de “sí se  puede” o “fuera fascistas del Ayuntamiento”. La unidad antidisturbios de  los mossos separó a los dos grupos sin registrarse incidentes.
 Sabater, pedagoga y activista social, prometió el cargo de concejal  por imperativo legal hasta que se constituya la república catalana y se  comprometió a no presentarse en 2019 para retomar las clases en el  instituto de Llefià. La  alcaldesa fue nombrada por mayoría absoluta gracias al apoyo de los  cinco ediles Guanyem Badalona, cuatro del PSC, tres de ERC, dos de  Iniciativa y un edil de CDC. El de Unió se abstuvo —la división de  la federación nacionalista llega a este punto— y el de Ciutadans se votó  a sí mismo.
      Dolors Sabater, líder de Guanyem Badalona. / JUAN BARBOSA
 Dolors Sabater, líder de Guanyem Badalona. / JUAN BARBOSA
 
 
 
 Durante su discurso, la alcaldesa defendió la legitimidad de su  nombramiento y recordó la máxima política: que quien gana las elecciones  no es la lista más votada sino quien construye mayorías. Con el  objetivo de “devolver” las instituciones a los ciudadanos, Sabater se  mostró “inflexible” con la corrupción y con la política antiinmigración  de Albiol. “Nunca más permitiremos que de la división se haga política,  que de la exclusión se quiera sacar rédito electoral y que del odio se  haga bandera. Nunca más en ningún sitio y contra nadie”, dijo. Sus  primeras medidas serán un programa de emergencia social, la auditoria de  la deuda y en seis meses un plan de acción municipal.
    más información
 
 
 La sesión se celebró con normalidad mientras se oían los gritos que  llegaban desde el exterior. Los vecinos, con pancartas y banderas,  atestaban la plaza para mostrar o bien su apoyo a Albiol o a Sabater.  “Habéis robado a todos tramposos”, se leía en una pancarta. O lemas  como: “Albiol, amigo, el pueblo está contigo”. No fue gratuito que los  seguidores del popular portaran silbatos para hacerse oír en una réplica  de la coreografía que evocó la final de la Copa del Rey. O los pitos a  Piqué con la selección. Los votantes de izquierda, desde  independentistas —se vieron a vecinas musulmanas con la estelada— a  miembros de la PAH— apoyaban a Sabater. Una estelada gigante pendía de  una fachada. Los antidisturbios formaron un cordón en la plaza para  evitar incidentes. Entre los concentrados estaban Antonio Baños (CUP),  Ernest Urtasun (ICV) o Joan Tardà (Esquerra). No hubo en la plaza ningún líder popular ni pancartas del PP , pero varias fuentes sostienen que fue el mismo Albiol el que alentó la concentración.
 El exalcalde, que salió a saludar desde el balcón a sus seguidores,  admitió que el nombramiento de Sabater era “legal” pero dudó de su  legitimidad al no recibir “el apoyo mayoritario” de los ciudadanos.  “Mirad a los ediles que tenéis enfrente. Nosotros hemos ganado las  elecciones; ellos, no”, dijo a los suyos. Albiol criticó al PSC que  votara a Sabater pese a que apuesta por un proceso constituyente de una  república catalana: “No permitiremos que Badalona se convierta en un  proyecto al servicio de intereses independentistas”, concluyó.
    “Mirad a los ediles que tenéis enfrente. Nosotros hemos ganado las elecciones; ellos, no”, dijo Albiol a sus concejales
 Todos los grupos, salvo C's, afearon la política de Albiol. Àlex  Pastor (PSC) se erigió en garante de una Badalona de todos: “En la plaza  hay dos bandos. Parece un derbi”. Àlex Mañas (ICV) recordó que la  izquierda reunió 40.000 votos —Albiol, 30.000— y celebró cerrar “una  etapa negra y de xenofobia”. Oriol Lladó (ERC) recalcó que Badalona  estaba “herida” por culpa de políticas irresponsables. Ferran Falcó  (CDC) admitió que su voto no era necesario pero que votó a Sabater  porque la conoce y comparte valores: “Pedí a Albiol que olvidara el  enfrentamiento entre vecinos y colectivos y nos encontramos con el orden  y limpiando Badalona. Y con inspecciones en locales en función del origen del que lo regentaba”.
 Ramon Riera, edil de PP, presidió la mesa de edad y dio pábulo a todo  ello cuando fue a prometer el cargo la concejal de Guanyem Fàtima  Taleb, que luce niqab. Como habían hecho sus compañeros, prometió por  “imperativo legal”. No dijo nada a nadie por no ser una fórmula  convencional pero a ella si. Vecinos presentes en la sala le llamaron  fascista. Luego Riera repitió el aviso a Sabater. La sesión acabó en  paz: la alcaldesa ofreció la vara a pie de plaza mientras los líderes de  las entidades saludaban desde el balcón.
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2015/06/...56_668521.html
						
					
Marcadores