Efectivos de la Guardia Civil han detenido al conductor de un camión tras 80 kilómetros de persecución por la A-1 a lo largo de los cuales circuló a gran velocidad, por el centro de la calzada, y amagó con embestir a los vehículos oficiales que intentaban pararlo.
En concreto, se ha detenido a O.K, de 37 años, como presunto autor de un delito contra la seguridad vial por conducción temeraria y adicionalmente por un delito de atentado a agentes de la autoridad, al mostrar fuerte oposición a su identificación y posterior detención, hecho que se consumó tras un forcejeo en el que resultó herido un agente.
Los hechos ocurrieron el pasado 11 de junio en la autovía A-1, en torno a las 20.30 horas, cuando las centrales de servicio de Tráfico y Seguridad Ciudadana de la Comandancia de Burgos recibían de su homónima en Segovia el aviso de que un vehículo articulado circulaba a gran velocidad con dirección y sentido a Burgos, con grave riesgo para los usuarios de la vía, sin obedecer las señales de los agentes que le seguían y que le indicaban que detuviera su marcha.
Ambas centrales de Burgos coordinaban un dispositivo de seguimiento e intercepción que implicó a numerosas patrullas de Seguridad Ciudadana y Tráfico de la provincia, inicialmente sin éxito ya que el conductor no deponía su actitud, circulaba a gran velocidad por el centro de la calzada mientras ocupaba ambos carriles sentido Burgos, dispositivo al que se sumaron paulatinamente más patrullas.
La conducción del individuo ponía en grave riesgo la seguridad vial y la integridad, no sólo de los agentes que intentaban pararle y que sufrían continuos amagos de embestidas del vehículo pesado, si no también del intenso tráfico que en eso momentos circulaba por la autovía, según las mismas fuentes.
EVITAR SU ENTRADA EN BURGOS
Así, dos patrullas consiguieron situarse delante del vehículo, abriendo paso, en tanto que otra taponaba el posible acceso por detrás de otros vehículos que pudieran aproximarse. A la vez se establecía un dispositivo fijo cerca la capital, dotado de equipos de barreamiento, en disposición de usarlos de manera extraordinaria si el vehículo no se detenía, y evitar así que pudiera internarse en la capital con el consiguiente riesgo.
Tras 45 minutos, 80 kilómetros de seguimiento e intentos para que parara, consiguieron desviarlo a 20 kilómetros de Burgos, a un área descanso, donde detuvo su marcha y se encerró en la cabina, negándose a abrir e identificarse.
Finalmente varios agentes consiguieron acceder al interior de la cabeza tractora y, tras un forcejeo en el que resultaba herido un guardia civil por cortes de cristal, de los que tuvo que ser atendido, consiguieron reducirle y detenerle.
El conductor arrojó resultados negativos en pruebas de alcohol y drogas y fue presentado junto con las diligencias instruidas en el Juzgado de Instrucción de Lerma.
http://www.tribunaavila.com/noticia...ales/1434368444