A mi juicio la guardia civil no tiene superpoblación de mandos, si no en todo caso falta de ellos en unidades operativas. Y me explico:
En seguridad ciudadana nos dividimos en dos tipos de unidades; A) Puestos Principales donde como unidad tipo pongamos 80 guardias, y los mandos son un teniente/alferez, 3 suboficiales, y 4 o 5 cabos. No me parece excesivo teniendo en cuenta que los mandos libran, cambian de destino, bajas, ascensos, etc.... por lo tanto muchas veces por turno NO HAY un mando. Consecuencia de ello... la típica queja "esto es una mierda, aquí solo trabajaban de mañana". Pero el mando como norma habitual hace sus funciones en horario de mañana ya que es cuando mejor puede gestionar y contactar con los de dentro y fuera. En cambio si hubiera más mando... habría rotación de responsabilidad, empeño, investigaciones, etc... y cada sargento, cabo en su turno lo daría todo, teniendo la seguridad de que a las 8 horas entrará otro mando que tiré del carro, pero si tienes que tirar del carro todos los dias del año... al final todo se desgasta.
Puesto tipo B) el ordinario, que es si cabe, mucho más sacrificado. Normalmente un saregnto y cabo se hacen con todo el peso, si es una unidad con trabajo... la desconexión es 0. Solución ? No hay. Ya que el invento de suboficiales en servicio se queda a medias, ya que temporalmente te haces con la responsabilidad de más unidades, pero eso no quita lo de la tuya... por lo tanto la frescura de 8 horas y me voy... no existe.
Dicho esto, no cargare contra las unidades administrativas o de oficina, porque tampoco es justo ni real. Normalmente tampoco son vagos y vividores, ya que ellos si no hicieran su trabajo la empresa en el día a día no funcionaría. Y si ese tipo de trabajos todo fueran guaridas tampoco sería bueno, ya que serían "los chivatos, los malos, los que van de sargento, etc".
En definitiva la mezcla de mandos-guardias me parece correcta, y más si el puesto administrativo conlleva decisiones operativas o importantes.
Entonces, ¿Cual es nuestro problema? Pues seguramente ese enorme despliegue que evita concentrar unidades, cuadrantes, medios, etc. Así, como algún que otro jefe malo, y algún que otro guardia malo.
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