No es mi intención entrar en discusiones de apreciación. Entiendo perfectamente, señor guardia, lo que se puede llegar a sentir cuando se aplican restricciones o pluses a la hora de juzgar hechos en función de la profesión, entre otras cosas porque yo también las sufro….me joden…y las acepto. También entiendo perfectamente la frustración que se da ante determinados responsables de juzgar e interpretar las leyes ( ese es un tema muy largo) pero no olvide que el resto de ciudadanos también lo sufrimos (cuando nos perjudica) y lo celebramos ( cuando nos beneficia). Creo que a estas alturas ya somos todos conscientes de que una cosa es la ley y otra muy distinta la justicia.
No obstante vuelvo a reiterar que lo que me parece disparatado es que la sanción afecte a terceras personas que son ajenas a las hipotéticas acciones ilegales de un sujeto.
También soy consciente de que todos, absolutamente todos, cometemos errores y metemos la pata; la diferencia está en hacerlo de una manera inconsciente o a sabiendas de que nos la jugamos y nos arriesgamos. En esto las leyes ya también se adelantan y dicen algo así como que el desconocimiento de la ley no es óbice para no cumplirla, así como las distintas figuras que sirven para limitar responsabilidades o agravarlas.
Para terminar quiero poner un ejemplo que posiblemente sirva para entender algo mejor mi opinión.
Quién piensa usted que tiene “mayor delito”; un taxista conduciendo bebido o un conductor de los del montón. La infracción es la misma: conducir bajo los efectos del alcohol. El taxista es un ser humano como el conductor del montón y susceptible a las mismas meteduras de pata…pero.
Ya doy por finalizada la intervención y no volveré a escribir.
Un saludo.
Marcadores