Esa es la clave, en este país muchos trabajadores , incluidos los funcionarios, hemos pagado con nuestro sudor y el de nuestras familias los errores (o mejor dicho la voracidad sin limite) de otros. Y ese pago en sangre se ha cobrado con la aquiescencia de quienes llegaron al poder prometiendo justamente lo contrario.
Es por eso que ahora suena a chiste que se filtre, se niegue, y se matice una "promesa" de cara a las elecciones cuando ya se han traicionado tantas y tan graves.
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