Es triste a la vez que absurdo, el salir a tomarte lago en una terraza de una cafetería y terminar en el hospital o en el cementerio.
“Mira que te mira Dios… Mira qué te está mirando… Mira que te has de morir… Mira que no sabes cuándo”
Lo siento por esa señora fallecida y por los suyos. Del resto espero y deseo que salgan con bien de sus lesiones. Solo queda agradecer y hacer constatar la buena fe y la ayuda inmediata que dieron los transeúntes y los allí presentes a los accidentados.
Todavía quedan esperanzas.
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