Efectivamente ha sido un caso de estrés laboral, aunque muchos quieran tildarlo como un acto de cobardía por padecer un cáncer terminal. Bautista Manuel Rodriguez Bermejo no padecía ningún tipo de cáncer, pero si estaba integrado en un sistema que aprieta hasta ahogar y compuesto por unos mandos a los que les importa un rábano todos sus subordinados. No pararemos hasta salvar el honor de un guardia civil con una vocación de la que muchos carecen, que ha dejado viuda y dos niñas preciosas.