La Policía Municipal lleva ocho años denunciando el vertedero ilegal de la Cañada Real. Sólo ahora, después de que lleve ardiendo desde el pasado 27 de junio, parece que se quieren tomar medidas para solucionarlo, como las que ayer anunció el Ayuntamiento. Sin embargo, los informes policiales dejan claro que la Administración no ha hecho caso de este lugar desde que se empezaron a verter escombros descontroladamente hace 12 años.
La prueba es que ya en el año 2007 se denunció la actividad del vertedero, cuando ni siquiera era el actual gestor quien se hacía cargo de él. El actual empresario, llamado Juan José Escribano, por cierto, gestionaba otro vertedero clandestino a pocos metros del actual.
Pero además de las denuncias, que han sido varias cada año, hay otras pruebas de que los políticos han dejado de lado este asunto: en 2013 hubo otro incendio descontrolado que duró varios días, sólo que aquel no se publicitó como el de este verano. Ya en 2011, los agentes solicitaron por escrito la clausura del vertedero.
Según varios informes de la Unidad Integral de Distrito de Villa de Vallecas, en agosto de 2011 se solicitó el cierre de la empresa Recuperaciones de Chatarra Valdemingómez S.L., que entonces gestionaba el vertedero situado en el camino de la Leña, s/n, y que ahora gestiona Trans Mazuecos S.L., la empresa de Juan José Escribano.
Además, en ese mismo mes de 2011, con tan sólo unos días de diferencia, los policías solicitaron también la clausura y el cese de actividad inmediato de la empresa de Escribano y del vertedero ilegal que por entonces dirigía, que estaba situado en una parcela de la Cañada Real, 20.
El vertedero actual gestionado por Escribano tiene 12 hectáreas y, según los cálculos de los agentes, un espesor de siete metros de altura de residuos. Muchos de ellos además son vertidos tóxicos o que deberían ser reciclados. En cambio, los trabajadores de este empresario los entierran bajo otros escombros para que no se vean, según denuncia la Policía Municipal en un informe fechado este mismo domingo.
Entre esos vertidos hay «plásticos, líquidos inflamables, tela asfáltica y otros muchos que no pueden especificarse porque se encuentran en el interior del vertedero, bajo los estratos más recientes»
Dicen los agentes que «la combustión de estos vertidos produce un humo tóxico que ha afectado a principalmente a personas con enfermedades respiratorias en Villa de Vallecas y Rivas».
El concejal de Salud, Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, aseguró ayer que «donde hay población, no ha habido problemas de niveles de riesgo por combustión de sustancias tóxicas» y añadió que las mediciones de los indicadores se llevan a cabo cada dos horas.
La piratería de este vertedero es conocida por la Policía y el Seprona de la Guardia Civil desde hace años, que detalla en sus informes los métodos de trabajo que utiliza: «Este señor tiene un amplio historial de denuncias [...] y posee numerosos vehículos, entre los que se encuentran varios camiones portacontenedores, así como maquinaria pesada para la movilización de tierras, por lo que aunque en otras ocasiones se le han impuesto dificultades de acceso al vertedero tales como bloques de hormigón o zanjas, las ha sorteado con facilidad».
«Anteriormente -afirma la Policía Municipal- gestionaba estas actividades desde la Cañada Real 20, donde a través de varias empresas recibía los camiones cargados de escombros y otros productos y los desperdigaba por toda la Cañada. Cuando nota presencia policial reiterada continúa almacenando los residuos en una finca cercana al camino de la Leña hasta que los puede verter al exterior».
Todas las actividades de vertido se realizan de manera furtiva, relatan los policías, incluso a través de «varias personas con walkie-talkies apostadas en los lugares de acceso, que avisan a la maquinaria para que deje de funcionar en caso de presencia policial».
El informe del pasado domingo concluye que «los procedimientos administrativos e incluso penales no han podido detener la actividad del vertedero ilegal y el peligro de incendio tóxico, la degradación de los terrenos, así como el perjuicio a las aguas que discurren por él y van a parar al Manzanares, situado a unos cuatro kilómetros del vertedero».
El éxito de este vertedero se basa en dos pilares, según todas las denuncias de los agentes. por una parte, el bajo precio que cobra, que suele ser de 70 euros por contenedor descargado (lo normal pueden ser 300) y, por otro, la falta de control sobre los residuos, ya que se pueden verter motores, bombonas, aceites, plásticos y todo tipo de productos tóxicos, peligrosos o de reciclaje obligatorio sin ningún impedimento.
Barbero aseguró ayer que el vertedero va a estar vigilado las 24 horas y que el Ayuntamiento se plantea la aplicación de medidas legales contra el dueño del vertedero ilegal por un «posible delito contra el medio ambiente», ya que «este señor lleva muchos años echándole un pulso a las administraciones públicas». Este periódico intentó ayer varias veces, sin éxito, contactar con el empresario que gestiona el vertedero.

http://www.elmundo.es/madrid/2015/07...1598b45ae.html