Cada uno es libre de creer y pensar lo que quiera.

Lo que no es de recibo es que intenten forzar lo que debe creer y pensar el resto.

Si una persona es feliz creyéndose que lo mejor que nos podía pasar era que nos machacaran a los ciudadanos mientras se mantenían privilegios a los grandes responsables de esta crisis, pues que sea feliz.

Y si lee que el FMI vaticina crecimiento y es feliz olvidando que esos datos macroeconómicos, ademas de no haberse reflejado en la vida real de la gente, van acompañado de otros datos nada positivos. Pues que sea feliz. Es más fácil simplificar un titular que analizar la realidad.

Lo dicho, cada uno que sea feliz con lo que quiera.