El 14 de abril, desde dentro
'La victoria republicana' es la segunda entrega de los diarios del presidente
El texto retrata el espíritu optimista y pacífico en el que nació la República.

Los recuperados diarios de quien fuera presidente de la República, Niceto Alcalá-Zamora, siguen dando juego historiográfico. Tras el éxito del primer volumen ('Asalto a la República', que cubría el primer cuatrimestre de 1936), del que se han vendido 40.000 ejemplares, sale ahora un segundo, 'La victoria republicana' (editado, como el anterior, por La Esfera de los Libros, sello que pertenece a Unidad Editorial, como ELMUNDO.es), que se ocupa del periodo 1930-31. Es decir, como indica su subtítulo: de "el derrumbe de la monarquía y el triunfo de una revolución pacífica".

El libro fue presentado anoche en la Academia de Ciencias Morales y Políticas. José Alcalá-Zamora y Queipo de Llano, historiador y nieto del autor, fiel a su estilo, no se mordió la lengua y, como en el chiste de la maestra y la Virgen María, contrapuso el carácter sencillo de su abuelo (alguien "que se sentía sin derecho a privilegios ni ventajas sobre los restantes ciudadanos"), al de su "golpista y ambicioso sucesor", un Azaña, al que más adelante calificó de "mediocre fantoche y venenoso individuo", sobre el que pesa una "grave responsabilidad en el desencadenamiento de nuestra lastimosa Guerra Civil, por su función de catalizador de conflictos y odios entre españoles".

Se refirió también a la azarosa historia del manuscrito en el que Alcalá-Zamora pretendía "justificar su acción política y defender su labor de Estado frente a las insidias, calumnias e insultos de que fue objeto". Por esas razones, añadió el historiador, el manuscrito "ha sido objeto preferente de robos, confiscaciones y tentativas de secuestro, por parte de quienes no deseaban, hasta invocando una muy particular memoria histórica, que una voz honrada desvelase sus corruptelas, calumnias, falsedades y fechorías".

Alcalá-Zamora y Queipo de Llano definió a su abuelo como hombre perteneciente a una izquierda razonable y demócrata, que se enajenó las simpatías de la izquierda caprichosa y sectaria al querer incorporar a la causa republicana a las masas de derechas. Destacó, en fin "la finura intelectual de un hombre muy por encima de las toscas bestias negras o bermejas que le rodeaban en el pastizal político de la época".

Juan Pablo Fusi repasó los principales jalones históricos del periodo que cubre el libro: la ruptura de Alcalá-Zamora con Alfonso XIII; su discurso en Valencia en abril de 1930, en el que pide una República de orden y con el que consigue la respetabilidad para el campo republicano; el Pacto de San Sebastián, el encarcelamiento de los promotores de la República y la insólita visita que los dirigentes monárquicos les hacen en la cárcel, las elecciones de abril del 31 y la famosa entrevista, en casa de Gregorio Marañón, entre el monárquico conde de Romanones y el republicano Alcalá-Zamora en la que se pacta el traspaso de poderes y la salida de España del Borbón.

Contradiciendo lo que una leyenda sin verificar atribuye a Antonio Maura (un pronóstico demasiado clarividente, según el cual, tras la dictadura de Primo de Rivera vendría la República y, después, la guerra civil), Fusi sostiene que las cosas podrían haber sido distintas, y que una salida diferente de la dictadura de Primo (sin los errores, en plural, de Berenguer) podría haber evitado el cambio de régimen, dando paso a una monarquía constitucional.

Y como la Historia es maestra de la vida, Fusi recordó que en la transición del franquismo a la democracia, la izquierda apostó por la democracia antes que por el cambio de régimen. "Sería un gravísimo error replantear ahora la forma del Estado", concluyó.

Ausente Stanley Payne, que estaba previsto como otro presentador, se leyeron algunos fragmentos del prólogo que ha escrito para el volumen. En él, el prestigioso historiador norteamericano, define estos escritos de Alcalá-Zamora como "una aportación fundamental a la historia de la Segunda República española" y a su autor como su único presidente constitucional, un liberal "escrupulosamente honesto y honrado en asuntos económicos y financieros".

Payne se refiere también en su prólogo a la extrañeza de que "un hombre de la ley como don Niceto se convirtiera en uno de los líderes principales de un movimiento subversivo, circunstancia que creía totalmente justificada porque la monarquía de Alfonso XIII había reconocido la dictadura de Primo de Rivera por más de seis años".

"La descripción que presenta de los días inaugurales, entre el 14 y 16 de abril de 1931, es una de las partes más importantes de este tomo, porque añade detalles que faltan en otras memorias, y presenta una perspectiva algo diferente en ciertos puntos", escribe también Payne.

http://www.elmundo.es/elmundo/2012/0...338447520.html


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