Si por pedir cada uno puede pedir lo que le venga en gana, lo que no se es como todavía nadie ha pedido que cambien el nombre de vacaciones de Semana Santa, Navidad y el de todos los festivos con nombres de Santos; porque como somos el País más democrático del mundo y nos importa un pimiento casi todo, nos cargamos de un plumazo todo lo español o que huela a España, el caso es dar caña por donde sea.
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