Rosalina. Básicamente ya te lo han apuntado. Por supuesto que no hay ningún problema en que el o la máxima representante política de los madrileños viaje en coche oficial, ya que le corresponde por su cargo y para ello lo pagamos gustosamente con nuestros impuestos. Si fuese en otros tiempos iría en calesa, pero en estos le corresponde un vehículo con aire acondicionado incluido. Pero ese no es el problema. La crítica nace cuando esa señora ha basado su candidatura a ser alcaldesa en una serie de premisas populistas que ya sabía de antemano que nunca las cumpliría, lo que se traduce en que es una mentirosa y una hipócrita.
Lo del vehículo oficial y su uso es un elemento más de otras tantas cosas; no el más importante, pero suficientemente esclarecedor para poder criticarla como personaje público que es.
¿Acaso crees que si esta señora perteneciese a otro tipo de ideología no sería crucificada? Sabes de sobra que la crucificarían boca abajo como a San Pedro. Tú misma /o acudes inmediatamente al clavo ardiendo de la corrupción ( supongo que la de los políticos de los partidos mayoritarios) y sin embargo parece que no consideras ningún problema la concesión de becas por no hacer nada, y la constante manipulación de “derechos” acomodándolos a lo más ancho de la manga para beneficio propio. Eso también es corrupción y mucho más peligrosa para la totalidad de la sociedad.
Resumiendo. Que como dices, es normal que una señora de nosecuantos años no vaya andando por las calles madrileñas con esta chicharrera del “buen tiempo”, como tampoco es normal que nos mienta descaradamente, pero se ha presentado para ese trabajo voluntariamente, la han colocado en el pedestal sin ser la más votada por los madrileños y se la paga por ello. Quizás no tenga ya edad para esas cosas y seguramente estaría mejor pasando la calima en una de sus fincas de El Espinar donde el calorazo queda muy matizado en medio de aquellos montes.
Pero no te preocupes, todavía queda por usar en casos desesperados aquello del Prestige aunque no nos acordemos de Anazcoyar.
Marcadores