Más razón que un santo. En el ejército por ejemplo nada tiene que ver el compañerismo y parte desde la base, lo primero que se intenta inculcar es eso y aquí todo lo contrario. A mí me resulto vomitivo en su día, ahora ya me acostumbro más o menos. Aquí mucho honor y rollos por el estilo y luego la tradición sin embargo es pegarnos puñaladas.
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