Iglesias y su dictadura

FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS

Al día siguiente de que Monedero comparase a Leopoldo López con "cualquier etarra" para justificar su kafkiano juicio y previsible condena a 13 años de cárcel, más de lo que pedía la fiscalía chavista, por el delito de oponerse al régimen de Maduro, Pablo Iglesias ha dado un paso más en apoyo de su tesorero, al que Hacienda pilló -y miró a otro lado- con centenares de miles de euros cobrados de Venezuela. Sí ese país donde hay que hacer diez horas de cola para conseguir un pollo y basta tener 14 años para que la policía te asesine de un tiro en la cabeza en una acera por el mismo delito de Leopoldo López: oponerse al régimen chavista. No hay en Caracas para papel higiénico pero sí millones de dólares -narcodólares, según la oposición y los guardaespaldas de Cabello, el 'nº 2' del régimen- para los podemitas y demás filiales del régimen caribeño. Al tiempo que Monedero justificaba su sueldo y estancia -junto a los etarras- en el palacio de Chávez, Iglesias se arrugaba ante los separatistas, pedía perdón por haber dicho que los hijos de inmigrantes de Cataluña deberían ir a votar, qué bárbaro, y respaldaba a la ANC en no pagar impuestos, como forma de "desobediencia civil".

"Espero que no se refiera al terrorismo del FRAP en que militó su padre, o a lo que cuenta Terstch de la condena de su abuelo"

Dice Iglesias que es que él -o sea, Él- tiene un "profundo respeto" por la ANC, porque él -o sea, Él- viene de esa "tradición de desobediencia civil con graves consecuencias". Espero que no se refiera al terrorismo del FRAP en que militó su padre, o a lo que cuenta Herman Terstch de la condena a su abuelo por el secuestro y "desaparición" de dos personas en el Madrid Rojo. Una checa en Moscú, Madrid, Caracas o La Habana no tiene nada de "desobediencia civil", al revés, es la represión salvaje de lo civil. Pero eso ya lo sabe el escrachador de Rosa Díez en la Complu. Lo pasmoso es que un matón de cátedra quiera brear a impuestos a "los ricos" y acepte que no los paguen los catalanes. Y lo miserable es que diga que López es "un extremista" para defender el gorilato de Maduro y Chávez, que sacó los tanques a la calle contra el Gobierno legítimo de Carlos Andrés Pérez y, tras provocar 100 muertos, pasó unos cómodos meses en la cárcel, de la que salió, como Hitler, para ir de las armas a las urnas y a las armas, por si fallan las urnas. Esa es la dictadura de Iglesias. La que nos esperaría con él. O sea, Él.

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