Aquí te ponen la foto de una víbora hocicuda abriendo la boca y diciendo que está sonriendo, y el personal se tira al monte para apadrinar víboras. Luego les pican y montan la de Dios es Cristo echando la culpa a cualquiera sin llegar a recapacitar nunca que son ellos mismos los que caen en la estupidez más sublime.
Nuestro sistema está basado en las contribuciones dinerarias que se hacen al estado y a las autonomías y a los ayuntamientos y a cualquier invento con marchamo de oficialidad que nos pongan. Todo sale de lo que ganamos con nuestro trabajo, y encima ya hay que contribuir solidariamente con aquellos que no pueden….o no quieren trabajar….pero que no se les puede dejar en pelotas. Hasta aquí es aceptable y mal que bien vamos tirando; unos mejor que otros pero el bar de la esquina siempre tiene parroquianos. Pero muchos no se para a pensar que si abrimos las puertas a más personas…que vienen pidiendo porque no tienen nada, el bolsillo de los que contribuyen queda menguado; es decir que la disyuntiva es aceptar vivir peor para quitar el hambre y acoger a los que nada tienen ( el por qué es otra cuestión).
Un servidor no va a ser hipócrita. Puedo ser tildado de insolidario, pero su cupo de solidaridad ya lo tiene más que cubierto con unos hijos en paro, un abuelo impedido, unos okupas como vecinos a la izquierda( que viven de **** madre), unos sudamericanos bachateros y escandalosos a la derecha ( que como están enganchados a la luz tienen el privilegio de poder tener aire acondicionado todo el verano….y fiestas de guardar), unos vecinos en general amantes del cante perruno y una casa a la que solo ya queda poner una valla electrificada para proteger las pocas pertenencias que todavía atesora. Cada vez que escucho algo sobre “cupos de inmigrantes” me viene a la memoria el dicho ese de que éramos pocos y pario la abuela.
En fin. Siempre que ha llovido a escampado, y que eso de Welcome y esas cosas quedan muy bien de cara a la galería y se queda cojonudamente con el interlocutor, pero sinceramente yo ya estoy empapado y no doy más de mí mismo.