Cuando la manada es el hombre
Helen Blundell
Catorce mujeres agredidas sexualmente en Pamplona; no en la India, ni en Teherán, ni siquiera en Ciudad Juárez: en Pamplona. Los autores, jóvenes aparentemente normales; no extremistas islámicos, ni analfabetos nacidos en la pobreza: chavales de “los nuestros”. Y, claro, la sociedad se pregunta qué ha podido pasar, qué se ha hecho mal durante estas últimas décadas en las que la educación no sexista ha poblado las aulas, los periódicos y las agendas de los políticos.
Diversos estudios ya alertaban de que la violencia contra la mujer, lejos de desaparecer, se estaba afianzando entre los jóvenes desde la misma cuna. Uno de ellos, sobrecogedor, arroja el dato de que más de 126 millones de jóvenes entre 15 y 19 años (más de la mitad de la población juvenil de todo el mundo) cree que “algunas veces” está justificado que un hombre agreda a una mujer. Según este informe de Unicef de 2014, los motivos que justifican las agresiones van desde discutir con la pareja, descuidar a los niños o negarse a mantener relaciones sexuales. ¿Les suena?
El patriarcado y los estereotipos sexistas asentados en nuestra cultura explican las agresiones a la mujer
Todas las asociaciones feministas coinciden en señalar que el patriarcado y los estereotipos sexistas siguen asentados firmemente en nuestra cultura. Detrás de estas agresiones ocurridas en Pamplona hay cerebros que siguen pensando (aun inconscientemente) que la mujer pertenece al hombre y que, por tanto, con ella se puede hacer lo que se quiera.
Otra cuestión que, sin duda, ha intervenido en las agresiones es el alcohol. El alcohol, como se sabe, desinhibe; deja aflorar lo peores instintos. En definitiva, libera esos estereotipos a los que hacía referencia anteriormente. Además, según la Asociación Española de Centros de Día de Drogodependencias (ASECEDI), es el responsable del 80% de los casos de violencia de género si sumamos su consumo al de otras drogas y psicofármacos.
Un estudio reveló que la mayoría de los feminicidios en el norte de Europa están asociados al consumo de alcohol
El Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia publicó varios estudios al respecto antes de su lamentable cierre por cuestiones políticas. Uno de ellos, sorprendente, señalaba que la mayor prevalencia de mujeres muertas por parte de sus parejas o ex parejas se situaba geográficamente en el norte de Europa y que estas muertes estaban asociadas al consumo de alcohol.
Los datos sobre la relación del alcohol con el maltrato y las muertes en nuestro país son también contundentes. Y por ello, este centro de investigación estaba dispuesto a iniciar una campaña para que el alcohol, lejos de ser una eximente en este tipo de delitos, se convirtiera en un agravante; como en los delitos de tráfico. Si uno sabe que bebe y se vuelve violento con su entorno, ¿no debería ser un agravante? ¿No es lo mismo llevar un volante bebido que un cerebro sin control?
Sujetos más o menos responsables se convierten en una manada de energúmenos dispuestos a pasar por encima de todo
Y si a ese cerebro sin control le sumas el anonimato que te ofrece un grupo con el que compartes un mismo código, el cóctel está servido: sujetos más o menos responsables (recordemos que uno de los agresores es un guardia civil recién licenciado) se convierten en una manada de energúmenos dispuestos a pasar por encima de todo y de todos.
Sin embargo, no se debe estigmatizar al “hombre” en general. Las manifestaciones que se están sucediendo en Pamplona contra la violencia de género muestran también sus caras indignadas: miles de niños, jóvenes y varones de edad se manifiestan cada día, al lado de niñas y mujeres para conseguir, entre todos, una sociedad más justa. Por ello, me pregunto si no deberíamos seguir el ejemplo de los países del norte de Europa. Allí las asociaciones feministas cuentan con un nutrido grupo de hombres que se manifiestan y luchan por la igualdad entre los sexos desde hace años y desde dentro de las propias organizaciones. Ellos fueron los que dieron el primer paso.
Una de las cuestiones que puede estar en la base de estos delitos es la falta de respeto al principio de autoridad
La sociedad en general, y los jóvenes en particular, están rodeados de escenas que justifican la violencia contra la mujer
http://www.elespanol.com/opinion/tri...606040_12.html
Marcadores