Yo no estoy en contra de la fiesta taurina. Pero el que quiera espectáculo que lo pague de su bolsillo.

Llamar cultura a una buena corrida de toros, picadores a caballo, recortadores, e incluso algunos encierros, tiene un pase, pero gastar cientos de miles de euros (sí, sí, las facturas cubren la mitad del presupuesto de algunos ayuntamientos y sirven también para ocultar algunas malas gestiones) en un pueblo pequeño a la una de la madrugada para que los borrachos que todavía quedan despiertos le den patadas en el hocico al animal desde la talanquera o apenas cincuenta personas estén en condiciones a las 8 de la mañana para correr el encierro, pues me parece mucho dinero público malgastado.