Señor Ministro del Interior.

El mal realizado no es para que dimita, por supuesto.

Pero al menos tiene que tener un "castigo", vamos una colleja o un tirón de orejas............

Póngase pues la orejas de burro que le adjunto y escriba cien veces en la pizarra:


No lo volveré a hacer.


jl@pez1957