Se supone que el espíritu de la norma eran las 11 horas. Los que estaban destinados en sus casas daban palmas porque pensaban que llevarían un "turno" más descansado. Ahora resulta que el espíritu de la norma es doblar para llegar a las horas, haciendo más de 3 noches seguidas y dobletes por razones organizativas sin ton ni son. Eso sí, el triplete prohibido. Al final, estamos todos jo...
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