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Resultados 1 al 5 de 5
  1. #1

    La vieja colandera

    Seguro, que la has visto, incluso se te ha colado y no has podido reaccionar.

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  2. #2
    General de Brigada Avatar de Trevelez
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    En una tierra con unos exquisitos jamones.
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    Re: La vieja colandera

    Lo malo es que es un animal en vías de desarrollo.

  3. #3

    Re: La vieja colandera

    Lo peor es que la cabrona es muy mala, y lo sabe, ja ja ja.

  4. #4
    General de Division Avatar de pastor
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    14 abr, 09
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    ESPAÑA
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    11,871

    Re: La vieja colandera

    . . . Pues recordando al cabo del tiempo pasado creo que serían sobre las doce de la mañana, tórrida de un mes de agosto. Por cosas de la vida cotidiana, el día anterior no tuve tiempo de ir al banco y sacar esa cantidad de pesetas que cada mes necesitábamos en casa y que hoy equivaldrían a cuatrocientos euros.
    . . . Yo estaba de servicio esa mañana y al día siguiente la misma historia por lo que y ante la falta de tarjeta de crédito que entonces esa moda era de ricos, opté por acercarme a la hora de presentación en bancos estática que teníamos en la papeleta en persona a la Caja que entonces era de Toledo y hoy la intervenida CCM.

    . . . Al entrar después de tocar el manoseado timbre me dio ese tufillo a humanidad que en la catedral de Santiago de Compostela hace siglos se combatió con el incienso, y me puse a la cola no más larga que las cuatro colas unidas de cuatro lagartos manchegos.

    . . . Nosotros, los más jóvenes por aquel entonces y viejos de la ostia a día de hoy, llamábamos a la citada caja de Toledo la caja de los . . . viejos, ya que en ella cobraban las pensiones desde la vieja de toquilla a los hombros al vejete de garrote en la mano y boina en la cabeza . .

    . . . Para aligerar el tostón de la historia decir que detrás de mi se puso una abuela desdentada, algo parlanchina y algo mal informada y pensada como demostraré ahora.

    . . Ante el atasco en la caja debido a no se que documento de los cojones -perdón que diría D. Francisco de Quevedo- la fila de plebeyos fue creciendo a la vez que la prima hermana de la Pasionaria por edad e ideas que iba detrás de mi se impacientaba y . . . .

    .... me daba unos golpecitos en mi hombro izquierdo con sus manos arrugadas para llamar mi atención, volví la cabeza y me dice

    - ¿ Usted también cobra todos los meses ? ¿ está usted aquí para cobrar?

    ... Debo decir a los tertulianos que todos los presentes incluidos los empleados de la caja volvieron su vista a tan digna persona y, hasta los murmullos que había se cortaron como se corta la mantequilla con un cuchillo.

    . . . Y hete aquí a la prima hermana de la pasionaria y el guardia civil aguantando sus miradas propias y las ajenas sobre los dos.

    - Pues si vengo a cobrar, contesté yo a la viejecilla.

    . . . Pero ella no daba su brazo a torcer y quería hurgar en lo hondillo del picoleto.

    - Pues toda la vida he pensado que ustedes no cobraban ni una peseta y que el estado les pagaba la luz y el agua.

    . . . Los murmullos empezaron de nuevo añadiéndose algunas risas.

    - No señora. los guardias civiles pagamos religiosamente la luz, el agua, el teléfono, el catastro de la casa, la comida que comemos. Y gracias a Dios, no tenemos que vivir con cartilla de racionamiento ni hemos llegado a que el estado nos de un litro de aceite, otro de leche, unas galletas, algo de harina, algo de azúcar etc. etc. para que sobrevivamos nosotros y nuestras familias . . además de pagar nuestros impuestos y aportar lo que nos corresponda a la caja de donde sacan usted y los demás jubilados, viudos y viudas sus pagas.

    . . . La vieja retorció sus labios apergaminados, resopló y se calló como gallina zarandeada . . . . no ya por mi si no por algunos de los presentes.

    . . . Aquel día sin saber porqué tome la determinación de no enfrentarme a la tercera edad que pululaba por la citada entidad y poco después cambié la cuenta a un banco donde pululaba algo menos la susodicha casta.


    :mariguano:-)

  5. #5

    Re: La vieja colandera

    Pues como siga así la cosa, me temo que vamos a terminar como pensaba la señora, con cartilla de racionamiento para el mercadona y eso con un poco de suerte.

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