Los más 'colgados' de la Guardia Civil




A lo largo de toda la semana, el Servicio de Montaña de la Benemérita ha realizado prácticas de rescate y escalada en la sierra albaceteña
Cuando una persona queda atrapada en los riscos de una montaña, en un barranco, en una cueva o incluso en una torreta eléctrica, es necesario que un grupo especializado se haga cargo de la situación, se trata del Servicio de Montaña de la Guardia Civil (Semon), que durante esta semana ha realizado prácticas de escalada y rescate en la sierra albaceteña, concretamente en la localidad de Ayna, a la que no en vano llaman la 'Suiza Manchega'.






Las prácticas se han encuadrado dentro del 'Plan de Instrucción Estival para Unidades de Montaña' y han contado con la participación de 16 agentes del Cuerpo pertenecientes al Área de Montaña de Navacerrada (Madrid).
Unas prácticas que como explica el teniente responsable del curso y desarrollo del plan de instrucción, tienen como fin preparar a los agentes para las situaciones reales de peligro. «Lo que estamos haciendo son prácticas de entrenamiento para habituarnos a la casuística real y de lo que se trata es de realizar prácticas sobre supuestos extraídos de la realidad, que en cualquier momento pueden concretarse. Cuanto más hayas entrenado con los distintos supuestos, más agilidad tienes en la resolución práctica, cuando se suscite el operativo real».
Este tipo de prácticas se realiza dos veces al año, una semana en invierno y otra en verano, con el fin de que estos profesionales estén preparados para afrontar los diferentes problemas que se presentan en ambas épocas del año.
Esto no significa que estas sean las dos únicas prácticas que estos guardias realizan al año. «Las unidades mensualmente realizan una serie de entrenamientos, que de forma inexcusable se realizan, para mantener la activación física y técnica de todo el personal de Guardia Civil de Montaña».
El peligro de Albacete
La elección de la sierra de Albacete para realizar estas prácticas, no ha sido al azar, sino que se ha escogido porque tiene un peligro potencial, como explica el teniente responsable del curso. «Albacete se ha escogido, porque era una zona que no conocíamos, en el sentido de no haber trabajado aquí nunca y creo que tiene un potencial de siniestralidad latente, ya que cada día son más las empresas y los colectivos que desarrollan actividades en entorno natural, como barranquismo, espeleología, escalada y no hay que dar que da pie a que ocurra un incidente para activar los medios. De lo que se trata es de tener los medios activados. Uno de los elementos que facilita cualquier resolución es el conocimiento previo del entorno en el que se puede producir un siniestro. Si tu estas preparado llevas ventaja a la hora de lograr la solución práctica».
El guardia civil de montaña, Fernando, perteneciente a la unidad de Barco de Ávila, coincide al señalar que en la sierra del Segura existe un peligro potencial. «Yo esta zona no la conocía mucho, pero es una zona de media montaña, pero eso no quiere decir que no haya accidentes geográficos como son barrancos y paredes como las que hay en el pueblo de Ayna. Aquí lo que hay es mucha escalada y supongo que habrá algo de senderismo, con lo cual hay peligros objetivos y no hay que perder la atención a esta sierra, que aunque sea de media montaña tiene barrancos y paredes de bastantes metros de altura».
Para el comandante de la aeronave, es cierto que la geografía de Albacete entraña peligro, pero asegura que es inferior al de otras sierras, puesto que no está tan transitada como las existentes en la provincia de Madrid o el Pirineo catalán. «La sierra de Albacete es potencialmente peligrosa, lo que pasa es que aquí no hay mucho volumen de gente que vaya a la sierra, todo va en proporción de la gente que se mueva por ahí. La ventaja de la sierra en cuanto al pilotaje, es que no tiene mucha altura, porque la altura es un problema importante para el helicóptero, ya que cuando más altura hay, más viento hay. En cualquier caso todas las zonas de montaña son peligrosas por las corrientes de aire, porque se encauzan en los valles y en cualquier momento dado puede venir una descendente y echar el aparato abajo.
Para el guardia civil José Ramón, natural de Hellín, la sierra de Albacete presenta las condiciones necesarias para realizar prácticas. «La provincia de Albacete no tiene montañas de grandes alturas, pero si que tiene bastantes desniveles. A nosotros la sierra de Albacete nos viene muy bien para todo este tipo de prácticas, porque las podemos desarrollar con cierta seguridad. Aquí en Ayna por ejemplo, las paredes que hay dan mucho juego a la hora de simular rescates y simular siniestros, porque hay unas paredes importantes y con el clima que hace podemos trabajar perfectamente».
Prima la seguridad
En las actuaciones de este cuerpo de élite de la Guardia Civil es muy importante la rapidez, aunque lo que prima es la seguridad, como explica el teniente responsable de las prácticas. «Nuestra actuación es un compendio entre rapidez y seguridad. La seguridad es una máxima, no se puede concebir un grupo de personas que se dedican al socorro en montaña o en lugares de difícil acceso, que no adopten los parámetros más seguros para el propio socorrista y del accidentado, que es la razón de ser de nuestro trabajo».
Aunque en tierra quien valora los riesgos es el teniente, una vez que el rescate está en marcha, quien toma la decisión de como se actúa es el comandante de la aeronave, que como el mismo explica, asume muchos riesgos, como el resto de sus compañeros. «A la hora de realizar un rescate con el helicóptero influyen muchas cosas, está el viento, el peso que llevas, el aparato que llevas, las posibilidades que tienes, si tienes grúa o no... Todos los rescates implican un nivel de riesgo, lo que hay que valorar es el riesgo que se asume para lo que vas a hacer. Nosotros tenemos unos estándares de seguridad de los que no se puede pasar, pero evidentemente siempre hay un riesgo. La maniobra de estacionario (es decir, cuando se trabaja con el helicóptero estático en un punto), tanto si es apoyando un patín, como para hacer una grúa y dependiendo de las condiciones del tiempo puede ser algo bastante peligroso».
Según explica el teniente responsable del curso, en Castilla-La Mancha y en Albacete no hay unidades de montaña, por eso interesa que estos profesionales conozcan la zona antes de que tengan que intervenir, «para poder tener una respuesta muy dinámica y muy fácil».
A pesar de que en la región no hay unidades de montaña, en el cuerpo si que hay varios guardias civiles de la provincia como José Ramón, natural de Hellín y José Antonio Villalba natural de Albacete.
José Ramón asegura que esta profesión es muy vocacional. «Yo me metí en esto por vocación. Me gustaba mucho hacer deporte, me gustaba la montaña y sobre todo el tema del rescate, que es lo que yo creo que te tiene que mover a meterte en una unidad de estas, el ayudar a la gente».
José Antonio Villalba no lo tenía claro desde el principio y simplemente buscó una especialidad, aunque no se arrepiente. «No me arrepiento. Es muy gratificante el poder salvar vidas».

http://www.laverdad.es/albacete/v/20...-20120603.html