No te falta razón, Ryback. Pero además de escribir, hay que leer mucho, empaparse bien las carpetas de atestados. De eventual, el sargento que tenía, me ponía de tarea leerme hasta donde alcanzó el archivo de diligencias. A día de hoy le estoy muy agradecido. Por cierto, en todos los destinos que he estado he acostumbrado a repasarlos, y siempre me ha llamado la atención, que cuanto más antiguos, y teniendo en cuenta que eran peores los medios, la calidad de los mismos era mayor, siendo más claros, completos y limpios, y con muy pocas faltas de ortografía.
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