Más de 430.000 mujeres han tenido vigilancia policial por malos tratos

«Nuestro trabajo es que no se sientan solas, convencerlas de que pueden salir adelante», dice un policía que vive pegado a un móvil abierto 365 días al año que, para mujeres amenazadas, es el único hilo que les ata a la esperanza

Las mujeres y el policía se conocen desde el mismo día que ellas fueron a comisaría para denunciar que estaban siendo víctimas de maltrato, y la interacción es constante. Confianza mutua y amparo 24 horas, que no entienden de vacaciones ni de días especiales –Ángel tuvo que atender una llamada de urgencia mientras bautizaban a su hijo–, ni tampoco de descanso. Porque el agresor tampoco descansa. El policía lo sabe bien. No en vano, ya se ha entrevistado con él para que sepa a qué atenerse legalmente en caso de quebrantar el alejamiento y para que conozca que se vela por la seguridad de su expareja día y noche. La disuasión puede funcionar, pero en todo caso al agresor se le monitoriza sin fin si así lo manda el juez para saber dónde anda, aun si se ha mudado a vivir a mil kilómetros de distancia.

La figura de Ángel –nombre de custodio, que oculta su identidad real – es la del agente protector de mujeres en riesgo, que no es ni mucho menos nueva. Pero cada vez está más profesionalizada y personalizada, convertida en pieza clave del engranaje del Plan estratégico del Cuerpo Nacional de Policía en el ámbito de la violencia familiar y de género, dentro del cual se creó a finales de 2014 la UFAM (Unidad de Familia y Mujer) que hoy componen 1.700 policías repartidos por toda España en 173 unidades territoriales, integrantes todos de las antiguas SAF (Servicio de Atención a la Familia) y UPAP (Unidad de Prevención, Asistencia y Protección).

«Hay que denunciar»

«Nuestro trabajo es que las mujeres nunca se sientan solas, decirles 'tú puedes', y que se sale de la situación que están sufriendo. Para ello es fundamental empoderarlas, informarles muy bien del proceso, de qué va a pasar en cada momento, si vamos a detener al agresor y de los recursos que existen, como las casas de acogida». Son palabras de la inspectora jefa responsable de la Sección la Protección de UFAM, que prefiere dejar al margen su nombre para que todo el primer plano lo ocupe el mensaje útil, el fundamental: hay que denunciar. «Si no hay denuncia –advierte– no sabemos nada y no podemos proteger».

En situaciones de riesgo extremo, ha dormido en un coche custodiando el portal de la víctima y con una foto del agresor bien a mano. Según Interior, desde 2007, 430.416 mujeres han estado bajo seguimiento policial en algún momento. Hoy son 51.773.

http://www.abc.es/espana/abci-mas-43...2_noticia.html