Nuestro trabajo en estos casos es la custodia del detenido y la escolta es a la ambulancia donde va el caco. Eso sí, cacheado y esposado como Dios manda. No tenemos porque ir dentro. Es más, no vale una ambulancia cualquiera sino una preparada para conducciones (ventanasy puertas bloqueadas). Y si ya nos ponemos superferolíticos resulta que es un funcionario de prisiones el que debería acompañar al sujeto maligno en cuestión. Pero claro, no siempre se cumple con todo lo anterior y queda a criterio de los GC´s si realizan o no la conducción, si llaman a la central, joé Fulanito tú siempre poniendo pegas, pues mi sargento yo no salgo en estas condiciones...Lo de siempre.