Lo normal es que el que la haga que la pague, pero desde hace un tiempo, en este país, parece que eso sólo le ocurre a los ciudadanos honrados de a pie.
Los chorizos entran y salen por la puerta de los juzgados más veces que Marujita Díaz en el escenario en su vida, y no les pasa nada.
Y los otros chorizos, los de la casta, ni eso. Bueno, hay algunos que sí, pero esos son los menos y cuando los condenan siguen en la calle tan panchos. Véase el caso del sr. Matas condenado a 6 años de cárcel hace tiempo y de momento sigue en la calle como si nada.
A ver si se empieza a animar la cosa y hace falta construir más juzgados para albergar a tanto chorizo... los unos y los otros.
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