Si es que esta señora es un filón. No hay día en que no nos alegre la existencia con alguna “carmenada”. Lo malo es que no hay tiempo para ir comentando lo suyo día a día; pero por ella que no quede.
Hace dos días o tres, andaba a la greña con nuestros policías municipales. Digo nuestros porque, según se desprende de los hechos, para ella son sus enemigos. Bueno, ya lo eran antes de que los socialistas ( qué no los madrileños) la auparan al sillón y la dieran el bastón de mando; pero ahora trata de maquillar la querencia con argumentos de botellón universitario. Lo que pasa es que se ha tomado a pecho eso del cambio, y ahora resulta que los malos y delincuentes son los agentes y los golfos y delincuentes de toda la vida son los buenos de la película; y claro, los agentes no tragan.
Otra de sus democráticas y progresistas decisiones, ha sido legalizar una buena porción de ilegales . Hablo y me estoy refiriendo a esa banda de “derechistas” ( solo entienden de derechos) que en su día pegaron una patada en la puerta de unas viviendas que hemos pagado todos los madrileños , los “obligacionistas” ( solo se les aplican obligaciones) y ahora se les concede un contrato de alquiler social.
Seguro, segurísimo que ahora entrará algún “derechista” alegando que eso está bien, que se trata de normalizar una situación de injusticia social, o simplemente de la aplicación de un derecho constitucional ( ya estamos con el derecho); pero ninguno de estos señores se acordará ni tendrá en cuenta a aquellos que en su día solicitaron esa vivienda presentando los requisitos obligados y fueron dejados a la espera para cubrir el orden de inscripción o cualquier otro requisito de carácter legal, y en cumplimiento de las normas se han quedado esperando sin aplicar la ley del puntapié. Esos no cuentan para la justicia de esta panda.
Preguntados los de la patada en la puerta y los derechos inalienables por un periodista, salen como posesos con el contrato en la mano alegando su incuestionable legalidad; pero cuando les preguntan cómo accedieron a la vivienda, dicen que “eso es cosa del pasado”, que “eso ya no cuenta”; y cuando les preguntan quién paga la luz o el agua, se encogen de hombros y alegan que ellos desde luego no ( yo añado que se lo pagamos entre todos los “obligacionistas”)
Pero no terminan aquí las carmenadas.
Llega el día de la Fiesta Nacional ( no confundir con los toros; esa es otra película), y nuestra amada edil se larga a las Américas a una reunión de alcaldes, alegando que qué podríamos pensar si una ciudad como Madrid no está representada; pero lo que no dice la astuta señora, es que de las miles de ciudades europeas que consecuentemente tienen alcalde regidor, solo han acudido tres entre los que ella está incluida.
A ella no le sirve que sea la máxima representante de todos los madrileños ( porque solo representa a los de su cuerda), ni que el Rey de España sea su invitado, ni que tiene la obligación de recibir a los representantes de las Fuerzas Armadas ( si fuese del Ejército Popular ya sería distinto) Para ella, pasar unos días de vacaciones en temporada baja y con gastos pagados es más importante que la Fiesta Nacional.
Otra.
No contenta con su actitud, y para acentuar más aun su estupidez, coloca una bandera que dicen representa a los indios cabreados ( perdón si no es así, pero más o menos es lo que representa y no recuerdo el título del invento) a los que va a visitar.
Evidentemente, y a pesar de que se la supone una cierta cultura y formación, esta señora no tiene ni **** idea de todo aquel tinglado de las Américas, los indios, los españoles, las tierras, las misiones, el oro, las leyes de indias, etc. Lo que sí que parece tener claro, es que no representa a los madrileños ( que son los que pagan) y sí a los foráneos ( que son los que siempre piden)
Por último, y para no aburrir ni abusar, hoy sale a la luz que nuestra querida y nunca bien ponderada alcaldesa, ha fichado a dedo a 21 “asesores” para “descentralizar” el ayuntamiento. En realidad es una “colocación” encubierta de colegas afines (¿Será que no hay en el Ayuntamiento madrileño funcionarios capaces de hacer ese trabajo?) . Pero no estaría mal si, a pesar de ser afines a esta panda de revolucionarios de facultad, son capaces de simplemente trabajar. Lo que enreda todo el asunto, es que estos mismos señores son los que criticaban a gobiernos anteriores por el mismo hecho. Si lo hacen otros está malísimamente mal y gastan un dinero que es de todos los madrileños; pero si lo hago yo, incluso aumentando el número, ya deja de estar mal y ahora resulta que tienen una labor positiva. No sé; serán cosas de la política y que un servidor no termina de entender, o simplemente es que no he sabido interpretar eso del “cambio”.
Otro día escribiré sobre la movilidad, los coches y las bicicletas en Madrid, pero hoy no puedo. He decidido experimentar personalmente en persona, y he llegado a una conclusión definitiva tras abordar la subida de la C/ General Ricardos con una bicicleta de pobres.![]()
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