Parece que no entra en sus democráticos cálculos eso de dimitir. Generalmente lo dejan para otros ese tipo de acciones; pero esta vez lo tiene un poco chungo. Son ya muchas meteduras de pata y creo que está quedando en evidencia.
Estas cosas pasan cuando se deja en manos de personas que atesoran radicalismos políticos y sociales el gobierno de una pluralidad de todo tipo. Creo que no llegan a entender que cuando se gobierna un ayuntamiento, del tipo que sea, hay que hacerlo para todos, no para unos pocos a costa de no respetar a la mayoría.
Hay más cosas que no salen en todos los medios de comunicación. Por ejemplo, el padre de una de las componentes de este grupo político radical, tiene asignados de ayuda social dos pisos en la población de El Pardo. Pues bien, parece que los vecinos están hasta las calandracas porque se realizan en las viviendas reuniones del grupo y además está viviendo uno de sus hijos que lo debe utilizar de picadero nocturno. Por lo menos así lo afirman públicamente, personalmente y con cámaras por testigo , delante del susodicho señor. Este alega que no es verdad, pero cuando una señora le dice que miente, qué ella vive debajo, el señor sale diciendo que él hace en su piso lo que le sale de los atributos. No sé qué tipo de criterios emplearán para signar a una persona una vivienda social; digo una; porque dos ya es un poco sospechoso
.
La otra es la decoración amarilla con que la señora alcaldesa nos deleita en la fachada del faraónico edificio del antiguo Correos en la plaza de Cibeles. El edificio está iluminado para festejar el nuevo año chino. Ya veremos si hace alaracas semejantes cuando llegue la próxima Semana Santa que festejan los cristianos madrileños.
De los titiriteros y sus cómplices no quiero hablar más; porque cuando más acelero…más calentito me pongo.
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