Trato de imaginar qué pasaría si algún familiar de los que tienen que ir a ver a los suyos al cementerio, apareciese en pleno “concierto” ( ya, hasta a las cencerradas las llaman conciertos) y se liase a leches con los susodichos.
Es cierto que España es diferente. No sé si hay alguna otra nación que subvencione de alguna manera a quienes apoyan a asesinos y promulgan la ruptura nacional. Pero nosotros sí que lo hacemos y encima nadie dice nada. También es verdad que si dices algo inmediatamente te bautizan de cien mil maneras y ninguna amable.
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