Si una vez explicado el motivo y el Mando no me comprende se lo explico de nuevo, y si se cambia de tema con amenazas o indiferencias ya no hablo mas llamo directamente un poco apartado a un abogado de confianza para que me defienda in situ y ya la tenemos liada; yo por supuesto sigo cumpliendo con lo que me manden y calladito. Creo que ningún mando llegaría a ignorarme tanto no haría falta esto.