Pues claro. Madrid se ha convertido en una ciudad, sobre todo incómoda y cara. Incluso para los madrileños detodalavida. Incómoda porque somos muchos en este espacio reducido de chabolismo vertical ( unos de lujo y otros pobres…el chabolismo digo). Se ha perdido la “frescura” del carácter madrileño y ahora priva el “yo hago lo que me place y el que venga detrás que arree”.
Del tráfico (debería decirse tránsito) es mejor no hablar. Recuerdo de niño como nos paseaban en coche a la abuela y a los nietos para quedarnos con la boca abierta al ver las luces navideñas. Ahora no podría hacerse ni en un taxi, ya que si pagas el taxi, te quedas sin reyes y sin turrón, y en coche particular simplemente no se puede ( debe ser cosa del progreso).
El Rastro guarda el sabor antiguo, pero ya globalizado y aprovechado hasta extremos inverosímiles. Yo creo que un día de estos Eloy Gonzalo, se decide, prende la lata de gasolina y nos quema a todos.
Hay que conocer los pequeños secretos y ubicaciones de productos para sacar partido a la visita, sin que te roben ( el vendedor y los carteristas).
La Plaza Mayor sigue siendo preciosa, pero ya se ha convertido en un saca cuartos de cara al forastero. Hay otros establecimientos en las inmediaciones en los que todavía se puede “hacer algo” de manera medianamente aceptable, porque la globalización y el “trinque” ya es generalizado.
No te sientas raro si llegaste a pensar que eras D. Paco. Madrid ha sido la ciudad que me ha dado de comer y por cuestiones profesionales la conozco al dedillo; pues esa sensación también la siento yo cuando ando ahora por ella. No eres el único.
Cuando leo a alguno de vosotros quejarse de la vida aburrida y monótona de algunos destinos, pienso que debería venirse aquí y patear Madrid durante solo un añito. Lo más seguro es que cambiase de idea.
Si eres aficionado a la lectura, otra vez que quieras marearte por Madrid, no dejes de visitar la Cuesta de Moyano ( junto a la estación de Atocha) y perder un par de horas entre libros de todo tipo y de cualquier época.
Tampoco dejes de visitar la zona de Palacio y Las Vistillas. Estarán en el corazón dónde nació Madrid y lo llaman “Las Vistillas” por algo. No hay que pagar por subir a ver Madrid desde las alturas ( dentro de poco también habrá que pagar por bajar)
Un saludo.
Marcadores