Rastro, mercadillo, mercado, rastrillo, baratillo, zoco…..

Son algunas de las muchas formas de nombrar a los números lugares donde se instalan de forma temporal en calles, plazas, zonas de infinidad de ciudades españolas.

En ellos podemos encontrar de todo aunque no busquemos nada. Los hay pequeños, tradicionales, especializados, casi ocultos y con denominación de origen.

Encontramos información en guías de turismo, en el boca a boca, o simplemente de casualidad. A estos mercadillos ahora se le han añadido los “modernos” en estaciones de tren, edificios históricos, etc con ocasión de la Navidad, fiestas, verano.
Mención aparte son los temáticos sobre las épocas romanas, medieval, renacimiento, goyescos, que no dejan de ser los mismos pero adaptados al momento y el lugar.

Y por supuesto nuestros mercadillos semanales en la mayoría de los pueblos o barrios, donde la ropa, fruta, chismes mil son los protagonistas y que con una cita obligada al menos para pasar la mañana.

Hoy toca hablar de uno de los más castizos, tradicionales y quizás antiguos de España.

Se celebra todos los domingos del año y algunos festivos , a caballo de Lavapiés y Embajadores. Llegamos al mismo desde Tirso de Molina donde están los anarcos, republicanos y demás grupos de la izquierda.

O por la Latina, en el confluencia de la Plaza de la Cebada y la calle Toledo o tal vez por la calle Embajadores desde la glorieta del mismo nombre o la Puerta de Toledo.

Ocupa en entramado de calles, plazas, callejas en un caótico y muy ordenado conjunto de puestos fijos, callejeros sobre el suelo, mesas o colgados de las ventanas.

La Ribera de Curtidores desde Cascorro es la calle emblemática con la doble hilera de puestos y las aceras laterales con el comercio fijo.

Quizás sea la parte menos “clásica del rastro” porque la autentica ha vuelto con ganas a las calles que rodean Vara del Rey, Mira el rio; Carlos Arniches, San Cayetano, Plaza del Campillo del Mundo nuevo, lugar de intercambio de cromos y colecciones y ese puesto donde un vaquero nos ofrece sus revistas y comic.

Imposible ver en una mañana y si se visita con frecuencia los mejor es recorrer una zona cada vez, estar dispuesto a estar apretado, regatear si se tercia, no decir que hoy no compro nada y probar su extensa gastronomía, desde las sardinas, encurtidos, tostadas, raciones y las nuevas variantes de comida latina, algo de china y los barquillos que aun se venden.
Cuando se ensancha Ribera de Curtidores un clásico, la señora que lleva allí toda la vida con el organillo.

La mejor hora sobre las 10 y salir sobre las 12, máximo la una, olvidarse los días de puente, se pone imposible.

Mención aparte los músicos callejeros, como las chicas que tocan jazz en la esquina de la calle Estudios antes de entrar al Rastro o los marchosos de Cascorro, donde Eduardo Manos Tijeras o la chica de blanco hacen de estaturas.

Cuidado con las carteras y seguro que hay muchas guías que os pueden ayudar, pero la mejor es ir.

Y la banda sonora oficial que de forma machacona suena en los puestos antes de cassette y ahora de Cds.
https://www.youtube.com/watch?v=NvlrCKi-ss4


Pagina oficial


http://www.elrastro.org/