En Sepúlveda se come muy buen lechazo, y recuerdo un delicioso “ponche segoviano” de postre. Una visita muy recomendable, recuerdo algo que llamó mucho mi atención, unos balcones abiertos en la muralla….a saber que “influencia” tuvo quien abrió semejante abertura, creo que eran para ver los toros
cuando la plaza se convertía en una plaza de toros. En la foto se puede apreciar.

Turégano




Sepúlveda





Desde el mirador de Zuloaga