Puf. Esto tiene diversas lecturas y algunas “curvas peligrosas”.

Nos dicen que el objetivo es cero emisiones, que ganaremos en limpieza en el ambiente que nos rodea, que es de justicia “ayudar” a los vehículos menos contaminantes, etc, y así, de entrada, pues parecería de chalaos posicionarse en contar o simplemente tratar de discutir la medida; pero ya he dicho que hay alguna cosilla que “puede chirriar”.

Desde hace ya bastantes años existen los GLP´s, que han sido utilizados por vehículos de transporte de viajeros y han demostrado su efectividad. La transformación es sencilla, la seguridad es similar a la utilización de otros combustibles derivados del petróleo….pero la vida útil del vehículo se alarga mucho en el tiempo. Y digo “pero”, ya que por ese camino encuentro pegas. Creo que por este camino hay soluciones bastante más baratas para “las víctimas”.

Está comprobada la importancia capital que representa para la economía de cualquier nación, el movimiento de combustibles, la fabricación de automóviles, el mantenimiento, los impuestos que generan, la recaudación por denuncias, etc. Todo eso se traduce en DINERO. Dinero que circula….aunque siempre por las mismas manos.

Si el personal tarda en renovar su automóvil cae la producción de las grandes multinacionales, y además suelen ser siempre los “menos pudientes” quienes retardan la renovación por el alto precio de los caballos de metal….aunque eso se combate con la publicidad oportuna.

Los vehículos “eléctricos” o seudo eléctricos, están todavía en “pañales”. La autonomía es relativamente reducida y la recarga no está suficientemente adecuada a las necesidades reales de su uso. El precio es prohibitivo para el común de los mortales….y hay un problema con el desecho de las baterías del que nadie habla o quiere hablar.

De “sensaciones” en su manejo no quiero hablar. Soy “tradicionalista” y me gusta sentir el trasto que manejo.

En fin, que me da la sensación que hay intereses ocultos y “manipulación” interesada. No lo tengo claro y no me gusta que carguen contra la tipología más popular.